El gobierno de Brasil dio a conocer un plan de desarrollo industrial para los próximos 10 años destinado a impulsar el crecimiento de la lenta economía con crédito estatal y subsidios para las empresas, así como requisitos de contenido local.
El nuevo plan marca un esfuerzo del presidente Luiz Inácio Lula para reactivar la economía, utilizando un manual similar al seguido durante sus anteriores mandatos presidenciales (2003-2010). Pero esos esfuerzos finalmente se vieron socavados por la caída de los precios de las materias primas y un creciente escándalo de corrupción que llevó a Lula a la cárcel hasta que se anularon sus condenas.
El izquierdista Lula ha calificado el plan como un esfuerzo de “reindustrialización” para cambiar las políticas que se centraban en la producción y exportación agrícola de Brasil, un importante productor mundial de alimentos, a expensas de la industria nacional durante la administración de su predecesor de extrema derecha, Jair Bolsonaro. .
El Banco Nacional de Desarrollo BNDES dijo que ha destinado 250.000 millones de reales (50.000 millones de dólares) en fondos para el plan de Lula.
El impulso a la industria local se anunció cuando la economía brasileña, la más grande de América Latina y una de las 10 más grandes del mundo, ha comenzado a mostrar signos de enfriamiento este año.
La economía se desacelerará al 1,6% en 2024 frente al 3,0% en 2023, según el pronóstico medio de 50 economistas encuestados por Reuters del 8 al 18 de enero. Las previsiones para 2025 muestran un crecimiento del 2%.
El gobierno dijo que se dará prioridad a los instrumentos financieros sostenibles y al crédito para la innovación, la infraestructura y las exportaciones, además de los subsidios, como los incentivos fiscales.
El gobierno también está planeando exigir contenido local para las compras públicas en el marco de su restaurado Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), así como para los programas de vivienda de bajo costo y transporte escolar.
El plan también busca priorizar las obras de infraestructura pública, que “desempeñan un papel importante para el desarrollo industrial”, dijo el gobierno en un comunicado.
“Para revertir la desindustrialización temprana del país, la nueva política prevé la articulación de varios instrumentos estatales, como líneas de crédito especiales, recursos a fondo perdido, acciones regulatorias y de propiedad intelectual, además de una política de obras públicas y adquisiciones, con incentivos para contenido local”, dijo.